DIA 280.
Quizás un poco dramático,
pero hay momentos en los que
me siento EXACTAMENTE así.
El bebé llora.
Y tú simplemente
te quedas ahí.
Completamente
indefenso.
Cansado.
Miras.
No respiras.
Y el llanto,
parece haberse filtrado
en las paredes.

Y en ti.
Y se expande.
Por tus pensamientos,
por los huesos,
por el aire.
Bueno, supongo...
esto es solo 
una etapa,
¿verdad?
Sigamos adelante.
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